También somos naturaleza

El proyecto se desarrollará en los municipios de Donostia y Beizama, así como en el entorno natural de Donostialdea. Los datos disponibles sobre la situación climática a nivel mundial son muy preocupantes. Prácticamente en un siglo la temperatura media mundial aumentó 0,85 ºC, el nivel medio del mar subió 19 cm y las previsiones para las próximas décadas son alarmantes. Además, en los últimos años el mundo ha perdido millones de hectáreas de áreas forestales y cultivables porque la tierra se ve severamente afectada por la degradación del suelo debido a sequías, desertificación, así como a procesos de contaminación y eutrofización del suelo. Por último, el 8% de las razas de animales conocidas está extinto y el 22% se encuentra en peligro de extinción. Este problema comenzó con la separación entre los humanos y la naturaleza en el momento en que los primeros comenzaron a verse por encima y superiores a ella. Empezaron a ejercer poder sobre la Naturaleza para dominarla y controlarla, valorándola solo en términos de su utilidad para sí mismos y como una colección de objetos inanimados. Vieron la Tierra como una roca muerta y la Naturaleza como una máquina pensando que esta última no tiene alma, ni espíritu, ni inteligencia ni conciencia; simplemente era un recurso para la economía. Esta es una cosmovisión antropocéntrica y androcéntrica, centrada en el ser humano y en un determinado grupo de hombres. Sin embargo, la naturaleza no es un recurso para la economía. La naturaleza es la vida misma, por lo tanto, los Derechos de la Naturaleza incluyen a los Derechos Humanos. El objetivo del proyecto es reflexionar y profundizar para una transición de la Sostenibilidad ambiental a los Derechos de la Naturaleza.