Por un consumo crítico, responsable, transformador y feminista libre de violencias machistas: los poderes para el cambio

El proyecto se llevará a cabo en cuatro municipios en Bizkaia (Basauri, Ermua, Muskiz y Bilbao) y se vinculará también con organizaciones de El Salvador, Colombia, México, Ecuador y Guatemala.
El modelo de desarrollo dominante está caracterizado por tres elementos interrelacionados y que adquieren significado unos con otros: ser neoliberal, etnocéntrico y heteronormativo. La situación de post-pandemia ha desnudado como nunca la fragilidad y vulnerabilidad de este modelo capitalista, con base en el sistema de producción y consumo, evidenciando una crisis sistémica y global. La presencia constante de la crisis ha mostrado las desigualdades existentes en la sociedad, precarizando aún más a los colectivos y personas en situación de vulneración, siendo el mismo sistema, el generador de diversas opresiones a colectivos específicos. Se habla entonces de vulneración de derechos humanos por el propio sistema y las estructuras que lo sostienen. El presente proyecto identifica y pone de manifiesto la vulneración del derecho a una alimentación sana, digna y local; la vulneración del derecho a un trabajo digno (concretamente en el sector feminizado del textil) y el derecho a una vida libre de violencias machistas. Ante estas situaciones, se propone optar por reconstruir/visualizar y/o fortalecer otras realidades donde los valores de solidaridad, la equidad y la corresponsabilidad estén integradas en nuestra sociedad, realidades que favorezcan la igualdad y la convivencia global, que enfrenten la exclusión y la desigualdad social conjuntamente. Por ello, el proyecto plantea quitar los mercados del centro de nuestras vidas y poner el mantenimiento de la vida en su lugar y plantea el Consumo Crítico Responsable y Transformador feminista como una oportunidad de cambio en este contexto de crisis. En este marco, el objetivo del proyecto es reforzar un modelo de Consumo Responsable, Transformador y Feminista (CCRTF) que enfrente el modelo neoliberal, heteronormativo y etnocentrista, y que genere cambios de hábitos y prácticas a nivel individual, colectivo y estructural y la propuesta consiste en:
R1: Se ha ampliado la conciencia crítica desde una mirada feminista interseccional, de diversidades sexuales y de género y de sostenibilidad de la vida: formación de la factoria de valores, estrategia comunicación.
R2: Se han fortalecido procesos de desarrollo local y la capacidad de articulación colectiva de entidades de la estrategia Herrika: desarrollar espacios de socialización, diseño de herramientas pedagógicas, intercambio experiencias, difundir la docuweb www.fabricandomujeres.org.
R3: Se han desarrollado estrategias de movilización e incidencia que ponen de manifiesto la vulneración de los derechos a una vida libre de violencias machistas, el derecho a una alimentación sana y a un trabajo digno: identificar titulares de
obligaciones, presentar los resultados de la investigación-acción-participativa
¿Consumimos violencia? III, acciones públicas de denuncia y movilización, acciones
incidencia con titulares de obligaciones (empresas textiles).