Creación de un comedor escolar para evitar la malnutrición, el bajo rendimiento y abandono escolar

La zona de intervención es el Lycée de Kelle, un centro de educación secundaria que acoge a 800 estudiantes provenientes de la comarca. Quienes viven en las aldeas deben desplazarse hasta 9km para llegar, lo que se traduce en 2 horas caminando.

Parte del alumnado, que proviene de familias con escasos recursos, llega al centro escolar sin haber ingerido alimento alguno desde hace varias horas, que sumadas al esfuerzo realizado caminando, imposibilita cumplir con las exigencias físicas e intelectuales de una jornada académica, llegándose a producir incluso 15 desmayos al día en el centro. A esto, que tiene como consecuencia el fracaso escolar, se le suma un alto índice de abandono debido a que las familias más empobrecidas obligan a los niños y niñas a contribuir al sustento familiar. La conciliación entre el empleo informal y doméstico y los estudios es una amenaza para la escolarización, especialmente de las niñas.

El objetivo del proyecto es garantizar una comida al día para el alumnado que come en el centro escolar que supla las carencias nutricionales y que permita mejorar sus condiciones de salud y aprendizaje y así reducir las tasas de abandono y fracaso por malnutrición.

El proyecto se realizará en Kelle, un pueblo de 3.500 habitantes, mayoritariamente mujeres debido al éxodo de los hombres a grandes ciudades, que se encuentra a aproximadamente 100km de Dakar, la capital de Senegal. Está rodeado de 42 aldeas (9.000 habitantes) de las cuales varias son únicamente accesibles a través de caminos de arena con vehículos todoterreno.