Preservar la vida de las semillas, menores de edad y autoridades indígenas

En el Departamento del Cauca se han presentado altas cifras de violaciones y vulneraciones a de derechos que son alarmantes, ya que dentro de los territorios indígenas, los grupos armados ilegales, en el accionar intentan usurpar el sistema ancestral de gobierno propio, controlar los territorios y dinámicas de políticas propias de los pueblos indígenas a sangre y fuego, lo cual se ve reflejado en la cantidad de grupos armados que ocupan el territorio por parte de las disidencias de las Farc-Ep , entrando en guerra con el ELN, Segunda Marquetalia y el Ejército Nacional de Colombia por el control de zonas estratégicas como el cañón del Micay y otros corredores estratégicos para el tráfico de los cultivos ilícitos. Resultado de esta situación de violencia en la zona es el asesinato de líderes y lideresas indígenas, de defensores de DDHH, el reclutamiento de los menores de edad, el uso de la violencia sexual contra niñas y mujeres como arma de guerra y el mantenimiento de una situación de crisis permanente en la zona. En estos territorios conseguir alimentos para la supervivencia diaria se ha convertido en un acto heroico, llevando a muchas familias a la desnutrición.

Por lo tanto, el objetivo de la propuesta es “contribuir al fortalecimiento de la estructura de gobierno propio y el respeto de los derechos humanos, la defensa de la vida y el territorio para salvaguardar la vida de las personas”.

El proyecto se desarrollará en 10 zonas estratégicas de los 11 pueblos indígenas del Cauca: Ampiuille, Kishu, Polindara, Nasa, Misak, Epedara Siapidara, Yanakuna, Inga, Totoroéz, Kokonukos, y Embera Chami.