Ayuda humanitaria para comunidades indígenas afectadas por el conflicto armado

El proyecto se desarrollará en las comunidades indígenas de Murindó, Arboletes y Caucasia, pertenecientes a las subregiones de Urabá y Bajo Cauca.

La emergencia se origina por la disputa entre grupos armados ilegales (Caparrapos y Clan del Golfo) por el control territorial para el manejo de los cultivos de uso ilícito, la minería de oro ilegal en la zona, el control de corredores de microtráfico, de cobro de extorsiones en el sector comercial. Las principales consecuencias sobre la población indígena de la zona es el desplazamiento, la amenaza a líderes, el reclutamiento de jóvenes, tortura y los falsos judiciales. Esta emergencia se relaciona con la exclusión histórica de proyectos de desarrollo que los pueblos indígenas han vivido y que les ha convertido en blanco fácil para las iniciativas ilegales. Los grupos armados en la actualidad irrumpen en los territorios de comunidades indígenas a quienes se les prohíbe la circulación y movilidad por el territorio, los indígenas no pueden salir a realizar sus actividades cotidianas de trabajo, caza, conseguir los alimentos, etc. generando escasez de comida en estas comunidades, y poniendo en alta vulnerabilidad el derecho fundamental a la vida. En este contexto, el objetivo del proyecto es contribuir a la mitigación del hambre y cubrir las necesidades básicas, generado por el confinamiento obligado en que se encuentran las comunidades indígenas afectadas por el conflicto armado. Y la propuesta para ello, es la siguiente:

- Mitigar el hambre y el desabastecimiento de alimentos como consecuencia de la crisis humanitaria: compra y distribución de paquetes alimentarios y de kits sanitarios.
- Las autoridades Indígenas y los miembros de las comunidades establecen de manera concertada medidas de autoprotección: círculos de la palabra para el retorno de personas desplazadas.
- Activar y articular rutas efectivas de protección de derechos por parte de las autoridades indígenas.