Protección del derecho a la salud de la población refugiada de palestina en la Franja de Gaza en el contexto de la Pandemia Covid 19

El presente proyecto tiene su origen en dos elementos concretos que afectan a la Franja de Gaza: por un lado, la situación política, social y económica derivada de la situación de bloqueo y la continua violencia que limita las posibilidades de acceder a servicios de salud de calidad y fuera de las fronteras de la Franja. Por otro lado, la situación concreta derivada de la pandemia de la COVID-19 que ha venido a empeorar la situación ya preexistente y que detallamos a continuación. Gracias a la cobertura de personal sanitario en el centro de salud de Bureij, el presente proyecto mejorará la salud de la población refugiada de Palestina, en particular mujeres y menores y garantizará la seguridad frente a la COVID en todos los servicios prestados en las instalaciones sanitarias. El proyecto se implementará en el centro de salud Bureij situado en el área central, dando cobertura a la población refugiada de Palestina del campamento de Bureij.
El COVID-19, está teniendo un efecto muy desolador en aquellos países que eran vulnerables ya antes de la aparición de la pandemia. Este es el caso de la Franja de Gaza, una de las zonas más densamente pobladas del mundo y con una situación previa a la pandemia que situaba a la población refugiada de Palestina entre las comunidades más vulnerables. La situación de la Franja de Gaza es sumamente volátil, la población sigue soportando una crisis humanitaria y económica impulsada por el bloqueo terrestre, aéreo y marítimo. A ello se suman los ciclos de violencia, con un reciente repunte en mayo de 2021, la inestabilidad política y las restricciones a la entrada y salida tanto de personas como de materiales. La limitada actividad económica de Gaza, agravada por los efectos de la actual división política, la crisis financiera de la Autoridad Palestina, las reducciones de la asistencia social y el deterioro de la infraestructura pública obstaculizan la prestación y la disponibilidad de los servicios esenciales.
Para conseguir la mejora de la salud de las mujeres refugiadas es imprescindible la provisión de servicios de planificación familiar y perinatal adecuados, ya que durante el embarazo y el parto se producen algunas de las situaciones de mayor riesgo para la salud en el ciclo de la vida. Fomentar el conocimiento y las capacidades de las mujeres embarazadas, visibilizar la necesidad de cuidados y atenciones durante este periodo y promover la participación proactiva de las mujeres en las diferentes fases del proceso, desde la planificación familiar y la preconcepción hasta el momento del postparto, contribuye a su empoderamiento y mejora de la autoestima.
El centro de salud Bureij, tiene la necesidad urgente de conseguir fondos para poder cubrir parte de su personal de salud materno-infantil y poder mantener sus servicios para las mujeres y menores de la zona. Debido a esta situación de necesidad en el centro de salud identificado, junto a un análisis de viabilidad favorable a nivel financiero, institucional y sociocultural, apoyado por la extensa presencia y trabajo de UNRWA en la zona, se justifica la implementación del proyecto en esta zona, con el objetivo de atender las necesidades de salud sexual y reproductiva de las mujeres refugiadas de Palestina en la Franja y garantizar su salud y la de sus hijos e hijas, reducir sus vulnerabilidades y asegurar sus derechos.