Ayuda humanitaria para la atención, vigilancia y prevención de la propagación del Covid-19

A nivel global, la mayoría de países vienen siendo afectados por la pandemia del COVID-19. Perú es uno de los países de América con mayor incidencia en la pandemia desde el mes de marzo 2020 cuando el Gobierno decretó una serie de medidas para mitigar el impacto del aislamiento social en la actividad económica y en los ingresos de las familias, principalmente las de mayor vulnerabilidad y pobreza.
Entre estas medidas, están la transferencia de 200 millones de soles a los gobiernos locales distritales y provinciales, con la finalidad de adquirir y distribuir productos de primera necesidad para las familias y el otorgamiento de un bono de 380 soles para familias vulnerables que tienen trabajadores/as independientes e informales, entre otras medidas. A pesar de la importancia de estas medidas que permiten facilitar el acatamiento por parte de las familias de la cuarentena, el covid ha seguido avanzando por el país, siendo Piura, junto con Lima, Lambayaque y Loreto quienes concentran el 82% de los casos.
Territorialmente, el contagio está avanzado hacia las comunidades de la sierra de Piura, y específicamente en el Corredor del Alto Piura, pues se han confirmado 220 casos en seis distritos, y es necesario garantizar que esto no se amplíe pues las brechas de salud existentes no garantizan la atención y recuperación de las personas que contraigan el COVID-19: la Región de Piura sólo cuenta con 13 camas UCI y 7 ventiladores mecánicos, a los que se suma el desabastecimiento de equipos de protección para el personal. Por su ubicación, el distrito de Buenos Aires juega un rol central en el control territorial de la propagación del Covid19, por lo que el proyecto se va a centrar aquí, en 600 beneficiarios directos entre integrantes de las rondas campesinas y personal sanitario, con el objetivo de salvaguardar los derechos de la población de Buenos Aires y del corredor Alto Piura