Ni brujas ni meras víctimas: promoción y protección del liderazgo de las mujeres de la llanura de Ruzizi en la lucha contra las VbG

El proyecto se desarrollará en las agrupaciones de Runingu y Kamanyola, en la provincia de Kivu Sur al este de la República Democrática del Congo (RDC) con una población de 90.794 millones de habitantes.

La RDC es un claro ejemplo de la “paradoja de la abundancia”. Su riqueza natural ha alimentado un extenso conflicto armado en donde la población congoleña es una de las más pobres del mundo, el 64% de la población vive con menos de $2,15 al día y en la región de Kivu Sur la tasa de pobreza alcanza el 84,7%; adicionalmente, presenta un elevado número de desplazamientos forzados, 5,5 millones de personas, a causa de la violencia y el expolio. La provincia se caracteriza por un contexto de inestabilidad política dada la moción de censura del gobierno local y la presencia de más de 100 grupos armados quienes en conjunto con agentes del Estado han cometido abusos y violaciones de derechos humanos en la impunidad.

La violencia sexual contra las mujeres se ha empleado de manera sistemática como arma de guerra, en los últimos 20 años más de medio millón de mujeres han sido violadas. La vulneración de sus derechos no se encuentra solo en una vida libre de violencias; las mujeres frecuentemente son acusadas de brujería, durante 2021 se registrados 427 casos de mujeres asesinadas, maltratadas o expulsadas por esta razón cuyo único argumento es la “justicia popular” ante una tragedia familiar. Pese a que la RDC garantiza la participación en la vida política de las mujeres su representatividad no supera el 10% en los gobiernos provinciales y las autoridades locales aún consideran que es un rol exclusivo para los hombres; no ha sido un impedimento en el activismo de las mujeres en pro de la construcción de la paz y en la incidencia para garantizar su participación política. El proyecto busca impulsar el impulsar el liderazgo de las mujeres de la Llanura de Ruzizi en la lucha contra prácticas y narrativas contrarias a los derechos de las mujeres, mediante:

1. Aumentada la capacidad de las mujeres organizadas en los Grupos de Incidencia en mecanismos de autoprotección, autocuidado y defensa del territorio: formación; sistema de alerta precoz FAF; intercambio mujeres (autocuidado, defensa territorio).
2. Fortalecida la articulación entre las mujeres de los Grupos de Incidencia, las estructuras sanitarias y las autoridades locales para garantizar una atención digna e integral a las mujeres supervivientes de la VBG y la VS: Centro de Salud (dotación); formaciones (atención holística, enfoque psicocomunitario); difusión (ruta de atención VBG); red de mujeres lideresas.
3. Promovidas masculinidades positivas y nuevas narrativas que cuestionen y deconstruyan prácticas, creencias e imaginarios: diálogos públicos; campaña radio comunitaria; formaciones (masculinidades positivas, lucha VBG); grupos de diálogo.