Klima krisiari aurre egiteko, eragin gaitasunak eta estrategia berriak indartuz

Las organizaciones indígenas originarias campesinas interculturales y de mujeres en alianza con otros sectores han liderado desde los años 80 procesos para la reivindicación de sus derechos y la transformación del modelo neoliberal, que han permitido la primera elección de un presidente indígena en 2005 o la aprobación de una nueva Constitución Política en 2009. Para que estos colectivos puedan incidir y hacer efectivo su derecho a la comunicación, el desarrollo de sus capacidades y la generación de propuestas alternativas es relevante, de ello da cuenta el Sistema Plurinacional de Comunicación Indígena Originario Campesino Intercultural.

El foco de sus procesos comunicacionales se encuentra en la construcción del estado plurinacional, reforzando el abordaje de problemas centrales como lo son: i. El empoderamiento de las mujeres y la superación de la pobreza que alcanza al 50% de las mujeres rurales y les condiciona desde temprana edad a situaciones de desigualdad en el acceso a la educación, salud o participación; y ii. El afrontamiento colectivo de la crisis climática marcada por la pérdida de ecosistemas, suelos productivos e inestabilidad social en el país. Al respecto, los pueblos indígenas tienen un rol central para la conservación de la biodiversidad y un alto potencial para incidir en una mayor concientización y actuación sobre el cambio climático, la protección de los territorios, la promoción de modelos de producción y consumo sostenibles y el respeto de las diferentes formas de vida centrados en el paradigma del vivir bien. Es así, como el proyecto contará con la participación de 5 organizaciones con el objetivo de “Fortalecer las capacidades comunicacionales, de diálogo intercultural e incidencia de las organizaciones de los pueblos indígenas, de mujeres y campesinos desde sus prácticas, conocimientos y sabidurías para la generación y difusión de propuestas en un marco de defensa de los derechos (indígenas, mujeres, naturaleza).

El proyecto se desarrollará en la región norte del departamento de La Paz (Sapecho, Alto Beni, La Paz), Bolivia, en donde el 63% de la población es indígena, y comprende poco más de 6 millones de habitantes pertenecientes a 36 pueblos diferenciados.