“Transis, mía y Pacifinio” bizitza baketsu eta inklusiboranzko bidean

El proyecto se desarrollará en 2 comunas, la 3 Manrique (15 barrios, 77.690 hombres y 84.045 mujeres) y la 10 La Candelaria (17 barrios, 85.323 habitantes), dentro del municipio de Medellín (2.508.452 habitantes), departamento de Antioquía.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha señalado que el conflicto armado en Colombia ha afectado de forma distinta a las mujeres y a los hombres, agravando la discriminación y la violencia histórica que las mujeres colombianas han vivido.
En el caso concreto de la población sujeto del proyecto, la comuna 3 es de las que cuenta con mayor índice de violencia sexual contra las niñas y la comuna 10 tiene un alto número de personas LGTBI.
El proyecto busca promover con niñas, niños y jóvenes la vivencia y reconocimiento de formas alternativas de existencia pacífica e incluyente, que contribuyan a la equidad entre hombres, mujeres, y orientaciones sexuales y de género diversas y a la desnaturalización de la violencia, con el objetivo de prevenir las violencias contra niñas, niños y personas LGTBI.
Para ello, se trabaja la deconstrucción de la cultura como costumbre que acentúa roles patriarcales, machistas y conservadores, para resignificarla como producción de sentidos y contradicciones que enriquecen la diferencia, vital para este proyecto que pretende incluir la población LGTBI
Así mismo, se trabaja desde el ecofeminismo como una manera de abrirle grietas didácticas al trabajo con niños y niñas desde el cuidado de la tierra que equivale al respeto por la vida (pacifismo), al respeto por los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y de la población LGTBI, propósitos centrales de este proyecto
El proyecto está dirigido a 220 niños/as (100 niñas, 100 niños, 20 niños/as con orientación sexual y de género diversa) pretende abordar 3 problemas:
a) la violencia contra las mujeres y las niñas,
b) la violencia contra las personas con orientación sexual y de género diversa,
c) la naturalización de la violencia como medio para tramitar los conflictos